Frutos de la pandemia. Da “pa to”
A machacarse que es cosa muy sana
Todos estaremos de acuerdo en que somos “ciudadanos” y en que como tales tenemos un derecho básico, el de votar libremente.
Este derecho a votar es suficiente para que tenga el “deber” de instruirme en los asuntos públicos, por débil que pueda ser mi influencia en los mismos. La política, queramos o no, nos concierne y por tanto no podemos declinar nuestra participación en su posible mejora.
Y en esta, nuestra participación, debemos tener en cuenta que la ética y la política están imbricadas estrechamente, sin ética no puede haber una buena actuación política y sin esta no podría darse los requisitos para el desarrollo de un marco ético.
En estos tiempos de pandemia estamos presenciando, a una escala muy superior a la normal, de una lluvia de bulos y de manipulación. Y, quizás, los que se hacen eco de esos bulos no son conscientes de ello. Renunciamos a nuestro espíritu critico y no dudamos de que los que nos son afines ideológicamente, o eso creemos, son los poseedores de verdades absolutas. No cribamos los datos que nos llegan de todas partes para llegar a los hechos concretos y en base a ellos adoptar un criterio solvente e independiente. Ver los hechos y no la ideología.
Somos fruto de la Ilustración y el espíritu que la inspiró es el que debería presidir nuestro criterio y nuestros juicios.
Bueno, planteado está. Tirando del hilo se saca el ovillo. Recordar, pensar es una cosa muy sana, aunque, a veces, frustrante.
Que os sea leve.