Tirando del hilo se saca el ovillo
Creo, que en la masonería hay una tendencia muy acusada a mirarnos el ombligo, a considerar que con aquello de pulir la piedra bruta que somos cumplimos nuestro objetivo como masones. Cierto que pulir la piedra bruta es el primer paso, pero no el ultimo. ¿Para qué pulimos la piedra?, ¿para decirnos, a nosotros mismos, lo encantados que estamos de habernos conocido? Creo que no. El trabajo de un masón esta en eso que llamamos el mundo profano y que es también nuestro mundo. El trabajo en las logias no tiene sentido si no lo desarrollamos y proyectamos fuera de ellas.
Somos seres racionales, al menos eso dicen, y ser racional supone ser razonable, y ser razonable supone ser practico, sensato, moderado, abierto, dispuesto al cambio, tener la incapacidad de juzgar o condenar a las personas que tengan puntos opuestos. Y no quedarnos en las ramas, en frases rimbombantes y bonitas, sacadas de manuales de “autoayuda”, e ir a la raíz, al meollo del asunto.
Y esto que digo, esta al alcance de todos, desde el aprendiz hasta el grado mas encumbrado grado que exista en este nuestro mundo masónico
Lo dicho, seamos razonables, los problemas y los conflictos no se solucionan por el camino del “debes” a los demás, sino por asumir nuestra propia responsabilidad e intentar, digo intentar, ayudar a esos “demás” a solucionar los problemas que tengan.
Debemos esforzarnos en ser mejores para hacer un mundo mejor, pero… hasta donde nos sea posible. Pretender la “Perfección” bien está, mas ¿exigirla? Me parece una perfecta locura. Seamos sensatos, que, según la RAE, no es otra cosa que ser prudentes, cuerdos y de buen juicio.