Tirando del hilo se saca el ovillo
Debemos ser unos carajotes. Si partimos de la base de que el hombre empieza por existir y que después se define, tal como dicen los existencialistas, que no es otra cosa que lo que “él se hace”, que se proyecta hacia el porvenir. Tenemos que concluir, visto lo visto, que después de tantos años sobre la faz de la tierra, estamos, más o menos, como el primer día. Lo dicho, unos carajotes, por decirlo suavemente