La democracia se basa en el derecho de los individuos a tener opiniones diversas. Por eso, la Masonería regular se mantiene al margen del debate político o religioso. Pero no todo vale. La Gran Logia Nacional Francesa se ha sumado a la reacción popular contra el antisemitismo que está movilizando en las principales ciudades francesas a miles de personas para decir basta al crecimiento de las expresiones de odio hacia la población judía. La Masonería Francesa recuerda la excepcionalidad de este tipo de pronunciamientos, para no “afectar la plena libertad de conciencia de sus miembros”. o cualquier otra forma de racismo”.
Sin embargo, “en las circunstancias actuales” que atraviesa la República Francesa, la Gran Logia Nacional Francesa considera considera obligado “dejar muy claro que el ideal de fraternidad” que caracteriza a la Masonería. “La Masonería está en total contradicción con el antisemismo en todas sus formas”. A la vez que el “odio racial o cualquier otra forma de racismo”.
Con una comunidad que supera el medio millón de personas, Francia es el primer país de Europa y el tercero del mundo, tras de Israel y Estados Unidos, con más población judía. En las últimas semanas se han registrado incidentes como los insultos hacia el filósofo Alain Finkielkraut durante una manifestación de los chalecos amarillos, pintadas de cruces gamadas sobre la foto de la superviviente de Auschwitz Simone Veil o la profanación de un centenar de tumbas en el cementerio judío de Quatzenheim.
En este contexto, la Masonería Francesa apela a “la libertad y la responsabilidad” de sus miembros. Piden “movilizarse en apoyo de las iniciativas en marcha para detener el aumento del odio en las relaciones sociales actuales. Un odio que, en el pasado, cristalizó trágicamente contra los judíos”.