Tirando del hilo se saca el ovillo
«Hay muchas cosas asombrosas en el mundo, pero nada es más asombroso que el hombre» Antigona Sófocles
Y es cierto, echando la vista fuera, viendo la tipología, hay que admirarse. Y, quizás, el mayor asombro venga de aquellos hombres, que renunciando a lo que son, siempre esperan algo de fuera, algo que los arrebate. Están siempre esperando, con la boca abierta, cualquier cosa que les sirva de mamadera. Se borran a sí mismos, son pasivos.
Pienso que en la Masonería, como “escuela de ciudadanos”, se busca lo contrario, hombres activos, que no se borren, que sigan siendo ellos mismos. Hombres cada vez más maduros, más adultos, porque están en un continuo proceso de crecimiento.
Somos una fraternidad universal. En ella, podemos encontrar hermanos en lo que inspirarnos, por sus conocimientos, por su conducta. En ellos podemos encontrar ideas y directrices que podemos aprovechar. Pero no podemos olvidar, porque es algo fundamental, que la Masonería es algo personal, tú eres el que es masón. Así que toma cuanto puedas de otros, pero si quieres encontrar una forma de verte a ti y al mundo, tienes que hacer el esfuerzo, porque cuesta, de pensar por ti mismo.
Todos y cada uno, somos capaces de hacerlo.
Un comentario en «El Hombre»
Magnífica reflexión más allá de dogmatismo de levitas levitantes.
Gracias Tito por tu acertada mayeutica.