Frutos de la pandemia. Da “pa to”. A machacarse que es cosa muy sana.
El otro día, dentro de este mundo homérico en el que estamos, en una vídeo conferencia se planteó el tema del porqué de la filosofía, de como surge en ese mundo griego y no en otro.
¿Pero por qué los griegos? En la aplicación de las diversas técnicas, en aquella época, es claro que los egipcios o los persas daban sopas con honda a los griegos. Así que parece que el dominio de estas técnicas en pro de las necesidades de los humanos no fue el factor determinante, aunque sí un requisito previo; creo que fue Hobbes quien dijo que el ocio es la madre de la Filosofía. ¿Quizás fue que, en Egipto, por ejemplo, la geometría servía para construir pirámides o medir la tierra, mientras que en la Atenas del sigo IV era parte de una educación, en la palestra, liberal y objeto de una investigación más pura?
Sirvan estas reflexiones para el machacamiento de hoy. Es sabido que Aristóteles nos habla de la admiración o la curiosidad como su origen. No fue el intento de domeñar las fuerzas del mundo en aras del bienestar material de los humanos, fue la “curiosidad” lo que los lleva a intentar, por primera vez, una simplificación de los fenómenos naturales.
Así que otro factor sobre el tapete, la libertad. En aquella época los griegos viajaron por todo el mundo conocido, curiosos ellos, asimilaron los conocimientos de Egipto y Mesopotamia, potencias dominantes, pero lo que no asimilaron fue el carácter teocrático de los mismos. La libertad de pensamiento estaba constreñida en ellos por el peso de unas religiones en las que el rey era la encarnación de la divinidad y velaban para que la conservación de su autoridad no disminuyera por el atisbo de cualquier pensamiento libre.
Ahí queda el tema, planteado está. Sigamos a los griegos y el machacamiento será completo.