Tirando del hilo se saca el ovillo
Poco tiempo ha, un hermano y amigo se preguntaba sobre las dos condiciones que se piden al profano para entrar en Masonería, cuáles son las de ser libre y de buenas costumbres. Y abundando en ese planteamiento, yo me pregunto ¿Quién es un hombre libre? Autores hay que dicen que el hombre es un esclavo y se plantean el por qué. ¿Quizás porque la libertad es difícil y la esclavitud fácil?
El hombre libre es una persona sin dogmas, sin ídolos, sin prejuicios e ideas preconcebidas, es un hombre que, inspirado por el sentido de la justicia y la equidad, es tolerante. Y es así porque es consciente de que es, a un tiempo, un individuo y un ser universal. No es gobernado por otros, se gobierna a si mismo, no es amo ni esclavo. No se remite a algo fuera de si mismo, es él mismo. Un esclavo es el que no piensa ni actúa por si mismo, se halla tenso, es intolerante, autoritario y, al tiempo, sumiso ante la autoridad, es desconfiado, conformista.
El acto de libertad es un acto de razón.
¿Difícil, fácil? Qui lo sa.
A pensar, que aunque cueste es lo que nos hace libres.