Frutos de la pandemia. Da “pa to”
A machacarse que es cosa muy sana
Decía Marx que la filosofía no podía ser aristocrática, en el sentido de que debe ser fruto de hombres que viven en sociedad y ven las necesidades y carencias de sus semejantes.
Permitirme extender ese aserto a lo que es o deber ser la Masonería. Creo que un Masón no debe limitarse a teorizar sobre el funcionamiento, la estructura o la naturaleza de las cosas, mirándose el ombligo o el mandil pontificando a cada instante, cosa harto frecuente.
La masonería, para quien realmente la siente, satisface el hambre de verdad. Sólo quienes tienen hambre de verdad y se preguntan por el devenir real del mundo, por el hombre que vive en sociedad y que tiene necesidades, son masones.
Pienso que tiene que ser un modo de existencia, una forma de vida, un cuidado de nosotros mismos, un cultivo de afectos, pasiones y placeres, que nos facilita, en definitiva, a hacernos cargo de nuestra existencia en sociedad. En definitiva, un medio y no un fin.
Que os sea leve