Sabiduría-Bien

A machacarse que es cosa muy sana. Vamos a partir de una afirmación, en la que creo que todo el mundo, o casi, estará de acuerdo.

Toda teoría, o toda filosofía, me gusta más este término, amén de plantearse lo que el hombre es, debe plantearse, aunque sea en términos teóricos, lo que podría llegar a ser.

Y en este sentido, creo que, en este mundo de la filosofía práctica, de la ética, en el que nos movemos, hay que plantearse la relación entre la virtud y el pensar; dicho de otra manera, el pensar correctamente, esa búsqueda de la verdad, es pensar en términos éticos.

En la Ética a Eudemo, Aristóteles nos dice “Hay dos especies de virtud: la ética y la intelectual. Las virtudes intelectuales se acompañan de razón, éstas pertenecen a la parte racional, la cual, por tener razón, gobiernan el alma; en cambio, las virtudes éticas pertenecen a la parte irracional, que, a pesar de ello, por su naturaleza es capaz de seguir la parte racional; pues no describimos el carácter de un hombre diciendo que es sabio o hábil, sino que es benévolo o atrevido”

Prototipo de esa dos especies de virtud podrían ser la prudencia y la sabiduría. “Es así como la prudencia busca la sabiduría y la sabiduría potencia la prudencia humana”.

¿Podría deducirse qué la condición previa para una conducta recta (la prudencia) es el conocimiento (sabiduría) del Bien?. Bueno, planteado está. Tirando del hilo se saca el ovillo. Recordar, pensar es una cosa muy sana. Que os sea leve

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