Tirando del hilo se saca el ovillo
En estos tiempos de pandemia se ve de to
Hace tiempo leí un relato, no recuerdo de quien, que me impactó. Era breve y conciso, quizás un poco exagerado pero muy esclarecedor, por lo menos para mí, en lo que es la falta de consecuencia. Cierto que tal vez no sea generalizable, pero tenía su punto. Se refería a las religiones, pero puede extrapolarse a cualquier otra clase de ideología.
Tal como lo recuerdo, mas o menos, venía a decir algo así como…
En la ciudad, en un intento de abrir las mentes a otras creencias se celebró una feria, en la que cada religión podría poner su pabellón y exponer sus creencias. La cosa prometía. Así que allí me planté con un amigo, agnóstico total.
La primera sorpresa, pese a que se trataba de una feria de “religiones” no difería gran cosa de las demás, ruido, música a todo volumen y todos queriendo vender su “mercancía”.
Llegamos al stand judío y nos dieron un folleto explicativo. “Dios es misericordioso con todos, pero el pueblo judío es el pueblo escogido por El, ningún otro pueblo goza de su atención como ellos, fuera de la Alianza nadie contaba”
En el stand musulmán nos dieron otro folleto que venía a decir, “Dios es infinitamente compasivo con todos, pero Mahoma es su único profeta y si realmente quieres tu salvación tienes que escuchar y seguir su palabra”
En el cristiano el folleto no difería gran cosa, “Dios es Amor, El fundó su Iglesia como cauce de salvación, el que no esté en ella, de cabeza al infierno”
Y así, mas o menos, en todos los stands que allí había. Al salir le pregunte:
“¿Qué te ha parecido?”
“Que Dios es misericordioso, compasivo y todo amor; pero sus seguidores son fanáticos, intolerantes y crueles”
Seamos consecuentes. ¿Cuesta?…
¿Quién dijo miedo? A pensar que es cosa muy sana